Comienza un nuevo año y con él la presión de “cambiar”: new year, new me, right?… Tal vez sientas que cada año intentas transformarte por completo y cada año fallas pero, ¿Por qué? Pueden haber muchísimas razones por las que no estás cumpliendo tus metas, aquí hay algunas:
METAS INALCANZABLES
Bajar 20 kilos, hacer ejercicio diario, ganar el doble de dinero, aprender un nuevo idioma, mudarse a otro país… cada vez que te fijas una meta gigantesca se vuelve inalcanzable y te estás predisponiendo al fracaso. Muy dentro de ti sabes que quizás no la vas a cumplir y cuando fallas te sientes pésimo.
LA SOLUCIÓN
Divide esa meta enorme en muchas metas pequeñas. Comienza con una meta razonable y sostenible para este mes y haz una lista de tareas específicas y alcanzables que puedas ir cumpliendo poco a poco. Es como si en vez de intentar mover una roca enorme la partieras en pequeñas rocas y las movieras poco a poco, así es más fácil tener éxito en lo que te propones.
NO TIENES BUENOS HÁBITOS
No necesitas un makeover de la noche a la mañana, necesitas cambiar tus hábitos diarios para que el cambio sea gradual pero sostenible a largo plazo y por lo tanto se vuelva permanente. Si no introduces nuevos hábitos en tu vida diaria sólo caerás en los ciclos de siempre: quiero mejorar, hago un cambio drástico, me aburro/canso, caigo en los mismos hábitos, me siento terrible…
LA SOLUCIÓN
Reflexiona en por qué haces lo que haces. ¿Estás comiendo de manera compulsiva sólo para sentirte mejor momentáneamente? ¿Gastas en cosas que no necesitas para aparentar algo que no eres? ¿Caes en los excesos para enterrar tus sentimientos? Si conoces la razón de lo que haces podrás romper el ciclo e introducir nuevos hábitos en tu vida.
Este año nuevo queremos que recuerdes que no necesitas cambiar quien eres, sólo intentar ser la mejor versión posible de ti mismo, en constante evolución. ¡Tú puedes!